(Izq. a der.: Segundo Medina y Freddy Araque /
Foto de Leonardo Bustamante)
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Como tipología textual supone una geometría, un cálculo perfecto que funde aritmética y contemplación a través de triadas de 7/5/7 sílabas en cada verso.
Los siguientes poemas comenzaron a escribirse a partir de una fotografía que tomé a los poetas Segundo Medina y Freddy Araque, en una calle de la ciudad de Rubio (Táchira, Venezuela), bajo un colorido arbusto cuya especie desconozco, pero cuyos colores rememoran la hermosura de los clásicos parajes nipones. Esa tarde conversamos a propósito de "La senda de Oku" y sobre el poeta Li-Po.
A los dos amigos les pareció interesante la diferencia que señalé -siguiendo los aportes de Gustavo Pereira- en relación al haikú (japonés) y al tanka (de procedencia china, estructurado bajo 7/5/7//7/7), precisando que este último añadía dos versos que se destacan de los anteriores por su extensión. Lo que básicamente enfaticé es que en el tanka esos dos versos finales sugerían una posibilidad de enunciar un silogismo, una noción o expresión dilucidatoria en relación a los versos triádicos.
Guardé celosamente esa foto, y las veces que la observaba experimentaba deseo de escribir a partir de esta, y sobre todo de reservar su publicación para alguna ocasión particular.
Tiempo después conocí a Wafi Salih y recuerdo que se presentó como versificadora en vez de como poeta (dijo algo así: "-para mí, la poesía es ante todo verso"). Este acto de concreción del género me hizo, decididamente, acudir a la exploración de lo mínimo para terminar, cara a cara, con el instante.
Lo anterior supuso un desvío en el curso de mis concepciones de la poesía (entonces me encontraba muy influenciado por la poesía exteriorista latinoamericana de Ernesto Cardenal, Fernández Retamar y Frank Baez), en todo caso los desvíos son retos que pueden valer la pena y en mi caso no solo no perdí mi tiempo, sino que gané eternidad de contemplación a través del placer de componer estos poemas.
Dedico estos ejercicios de restitución de mi infancia y aprehensión de lo eterno a Segundo, a Freddy, a Wafi. También a todos los que aman la belleza de las palabras.
SEMÁFORO EN ROJO
HAIKÚ
PROMETEO
ENAMORADO
¡Tibieza en tus
senos!:
¿sabré adónde
me conduce este fuego?
me conduce este fuego?
LA INDULGENCIA DE
LOS DIOSES
Tendido en el
ocaso
yace el amante:
Cuánta sed esta
tarde
CONTEMPLACIÓN
Su mirada
extraviada
en los ramajes
gime la sed de otoño
EL LLAMADO DEL
AIRE
Hoja del árbol
Mis manos son
el tiempo
Tu aliento la caricia
ELLA
No más el cielo
Tu ausencia es mi tiempo
Hazme ya eterno
TANKA
PROMETEO
ENAMORADO
Vamos, mis
manos
recibirán el
calor
sobre tus senos,
El mundanal no
sabrá
que soy ladrón
del fuego
LA INDULGENCIA
DE LOS DIOSES
Cae la hoja a
tierra
Los amantes se
palpan
Pasión despierta
Habrá otra sed de
besos
Cuando caiga la
tarde
SEMÁFORO EN
ROJO
-¿Siquiera un árbol?
-Uno, tenue en
el fondo
Su mirada perdida
Titilaba de otoño
(Leonardo Bustamante)
Excelentes poemas (haikús) Leo y gracias por la consideración
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