miércoles, 27 de febrero de 2019

Taller de expresión literaria (marzo 2019)




La Casa de las letras Andrés Bello, a través de la Fundación "Librería Del Sur" convocan al:

Taller de expresión literaria

A quien va dirigido:
Adolescentes, jóvenes y adultos

Objetivo general:
Crear un espacio de participación para la cultura literaria en la comunidad que fomente la participación ciudadana

Objetivos específicos:
-         Propiciar la reflexión en torno a la expresividad literaria local, nacional y mundial
-         Acompañar el proceso de escritura bajo un clima de interacción responsable y de respeto
-         Practicar los procesos de edición de textos literarios de autoría
-         Preparar la publicación de un texto literario de autoría

Metodología
A través del intercambio mutuo, la lectura compartida de textos literarios o de teoría literaria, así como de la experiencia previa de los participantes y bajo la “mediación pedagógica” se promoverá la lectura y la escritura de textos de cualquier género y estilo, según sea la preferencia de cada participante.

Lugar Fundación Librería “Del Sur”. Barrio Obrero. Calle 10 con cra. 22. San Cristóbal
Horarios: Miércoles, de 02.00pm a 03.30pm
Duración: 16 horas

Certificado por: Casa de las letras Andrés Bello.

Los productos
El taller finaliza con la presentación de la revista (digital) dedicada al estudio y la compilación de los textos.

La inscripción y selección de los participantes
El proceso de inscripción se realizará a través del formulario alojado en el siguiente enlace:
Cubierta la cantidad de 20 participantes, los restantes estarán en lista de espera y serán convocados según orden de inscripción en caso de que alguno(s) de los primeros inscritos se retire(n).



Tallerista: Leonardo J. Bustamante
C.I. V-15027705


martes, 26 de febrero de 2019

La identidad es el paraíso: una lectura de "Canto, semilla y son"


En la poesía de Freddy Araque se amansa un lobo. No obstante su aullido se transubstancia; es decir, transforma su materia por intervención divina en cantos de la infancia. Y es que el blues, el góspel y el son cubano, combinados con textos de la sabiduría oriental, rumiados con la seriedad de un hombre que decidió creer que existe algo más que carne, efluvio y osamenta, un enviado hacia los senderos con un morral repleto de cuentos infantiles y lírica universal para la lectura solidaria junto a comunidades de lectores tachirenses, han domeñado la rudeza de lobo juglar, devolviéndole la edénica inocencia.

Con ferocidad de lobo
Te robo un beso de tus labios
Como a caperucita te rapto
Y tacto a tacto
Me amanso a tu piel

Similar al temible lobo sosegado por la bendición de Francisco de Asís, ese hereje infiltrado en la tiranía católica medioeval que rasgó el obscuro velo con su luminosa verdad: “En la naturaleza habita Dios”. Pero conviene advertir que cuando la naturaleza se asume divina los dictámenes de la pasión acaban legitimándose, por lo que se diluye la distancia entre lo profano y lo sagrado. De esto último es consciente la poesía de Freddy.

Ay mi muñeca perdóname
Simplemente soy el kamikaze
Conduciendo este corazón

Georges Bataille, en el libro La literatura y el mal, explica el desarrollo de un complejo psíquico de restitución a la infancia como consecuencia de la entrega absoluta al oficio literario. Algo semejante ocurre en la poesía de Araque. Su canto se despliega como un rasgo constante de la voz lírica que palpita entre imaginarios infantiles y anhelos de adolescente, el texto precisa asirse a otros textos para conformar un lenguaje, entonces acude al uso de una complejas intertextualidades profano-sagradas, como la de un lobo que se amansa bajo el beso de Caperucita Roja, la de Lovespierre (neologismo derivado del personaje Robespierre) que, guillotina en mano, hace que ante su encanto las amantes pierdan la cabeza o aquella en que la interpretación de los sueños de una oruga se resuelve mediante el budismo taoísta a partir del conocido dilema  de Chuang-Tzú en el que la identidad de la mariposa se trastoca por la gracia de la ensoñación.
Pero la imagen más poderosa e insoslayable es la de la abuela-semilla (la nona Jovita) que entre la resistencia y la negociación se abre paso para descubrir el mundo, eso sí, sin perder la raíz, o sea, sus costumbres populares que son una marca perenne de nuestra identidad:

 Sorda a Eddie Cochran
Elvis Presley y Fats Domino
Maliciando de adeptos al evangelio de John Mayall
E imitadores de Alan Freed
Tampoco aquellos días de radio
A nona Jovita iniciaron
En el hard-acid-prog-heavy metal y tanto retoño del rock
Como al aventajado Vytas Brenner



Por lo anterior, la infancia (que deriva en una adolescencia lúdica, proclive a la exploración) y el paraíso (como conjunción de lo profano con lo sagrado) se proyectan hacia un horizonte en el que el sujeto lírico se abre a vivenciar el mundo, con una memoria activa que observa constantemente sus raíces, pero que asimila con decoro las nuevas manifestaciones del siglo, como un árbol injertado de todas las voces del mundo que conserva intacto el tronco de su propia identidad. 





sábado, 16 de febrero de 2019

Taller de estudio y producción poética


La poesía es un estilo de vida, un modo de vivir, de sentir y de decir. Aprender a leer poesía, a vivenciarla y entenerla es fundamental para comprender el misterio que implica existir. Por lo anterior, extiendo esta invitación, con el auspicio de la Casa de Bello y la complicidad de la Librería Del Sur.

DIRIGIDO A: Público general (menores de 14 años deben asistir en compañía de un representante)

PROPÓSITO: Promover la creación, lectura e indagación sobre el ser de la poesía

METODOLOGÍA: A través de un espacio acordado de mutuo respeto y comunicación se efectuará el intercambio de textos propios o de otros autores, se discutirán planteamientos filosóficos de la estética de la poesía y experiencias de autores que se dedican a la lírica.

CRONOGRAMA: Todos los sábados, de 09.30am a 11.00am

MODALIDAD: abierta.

¡Lléguense!

jueves, 14 de febrero de 2019

Taller: “Perfeccionar la capacidad lectora”





A quien va dirigido
Jóvenes, estudiantes universitarios y adultos en general
Objetivo general contribuir en la formación de lectores competentes
Objetivos específicos
-         Realizar prácticas de lectura solidaria (grupal) atendiendo a los factores que inciden en la construcción de sentidos
-         Discutir en torno a textos de complejidad interpretativa, aplicando operaciones cognitivas inherentes al proceso lector
-         Reflexionar acerca de la importancia del hábito de la lectura para el disfrute y el desarrollo profesional.

Modalidad
            Presencial
Metodología
            A través del intercambio de experiencias como lectores y mediante la interacción con variados tipos de textos, analizaremos situaciones concretas de lectura individual (solitaria), grupal, placentera o para cumplir propósitos específicos, construyendo de manera cooperativa nuevas concepciones de lo que en la actualidad significa leer.

La inscripción
Quien esté interesado en participar puede realizar el registro a través de: https://goo.gl/forms/EHfxVPXRhs6J7peR2 posteriormente la fundación le enviará información específica sobre el aporte monetario e información adicional. Cubierta la cantidad de 15 participantes inscritos, los restantes estarán en lista de espera y serán convocados según orden de inscripción en caso de que los primeros inscritos se retire(n).

Bibliografía

Freire, Paulo. “Sobre la importancia del acto de leer”
Medina, Rod. “A leer se aprende leyendo”
Pennac, Daniel. “Como una novela”
Petit, Michel. “La lectura en tiempos de crisis”
Volpi, Jorge. “Mentiras contagiosas”





lunes, 11 de febrero de 2019

Kim



La conocí en la biblioteca pública “Dr. Leonardo Ruiz Pineda”.
Por aquellos días yo iba a leer esas largas colecciones de enciclopedias multitemáticas ESPASA, interesado en la pretensión que estos textos de consulta tienen de lograr una totalidad, reuniendo la mayoría de corrientes científicas en conceptos breves. Pero ella no estaba precisamente revisando ESPASA, sino que tenía entre sus manos un enorme atlas de anatomía humana.
Lo que más me llamó la atención fueron sus ojos felínidos, escudriñando cada imagen del aparato circulatorio. Cuando finalmente me atreví a acercarme, ella se encontraba en el capítulo dedicado al sistema nervioso y yo me decidí que debía dejar atrás todo temor.
La cosa salió mejor de lo que imaginaba y esa misma noche quedamos en vernos en un café llamado Terra Nostra que está en una zona comercial de la ciudad. Su cabello era rojizo, traía un pantalón negro bastante ajustado, una chaqueta ocre con cremalleras cromadas que abierta dejaba lucir una blusa holgada de “Guns & Roses”, por las tiras se asomaba la ropa interior que sostenía un busto grande, bien dotado, las botas eran altas y de piel obscura; mi comadre, aunque sabía que soy de los que tiemblan ante el encanto, no pudo evitar exclamar la frase temeraria:
-¡Uy! qué tipa más bella.
Esa madrugada terminamos en mi casa escuchando discos de Led Zeppellin y AC-DC. Mi nevera se encontraba averiada así que resolví una bolsa de hielo. Usamos el lavaplatos de la cocina como un pequeño container frío rebosante de cervezas y nada de eso a ella pareció importarle, salvo cantar al ritmo de Black Dog y cabecear, agitando su liso cabello pardo, llenando de luz la sala de mi casa con destellos curvos que salían de su cintura en trance de baile.
Kim era hermosa, salvaje y tierna; era el sueño de cualquier hombre que se preciase, pero yo me encontraba atrapado entre voces muy serias de mi interioridad que me llamaban a la calma, al equilibrio y la salvaguarda; precísamente ese era el contexto que estaba usando para preparar un libro mío y concretar lecturas, posiciones de pensamiento, o sea, yo estaba en lo mío y solo por esa vez el canto de sirena de la pasión no me hizo naufragar. La relación comenzó a enfriarse como aquel improvisado lavaplatos lleno de hielo.
En un último intento por asegurar una llama que a los dos nos cobijara, apareció una tarde con una gata cachorra que se había encontrado mendigando en una panadería de Las Lomas, la verdad, mi vida iba bien sin esa violencia que era el amor, pero la gatica me encantó: era tranquila, tierna y tenía unos ojos grises de una belleza que me hacía imposible resistirme. Sucumbí a ese encanto.
Como agua deshielada que cae de un fregadero, así Kim se escurrió de mi vida, dejándome a esta gatica a la que una tarde mi hija Sofía decidió llamar Dulcinea, personaje que -a diferencia de Kim- hermosea solo en la mente henchida del loco caballero Don Quijote. A mí me pareció aleccionador que mi hija hubiera llamado a la gata con el nombre de un personaje tan simbólico para la literatura. Es decir ¿Cómo era posible que Don Quijote amara locamente a una mujer horrible y que yo ni siquiera me permitiera enloquecer por Kim, cuya belleza era salvaje y como un jardín?
Pero quedaba Dulcinea, tierna y tranquila como mis días de aquella época solitaria y equilibrada y aquella visita de mi hija sirvió para que lleváramos a la gata a la clínica veterinaria a control médico y comprasemos una cama, alimento, caja con arenita, juguetes para gato y un simpático collar con una campanita y una medallita con forma de huella felina que tenía grabado su nombre.
Pero ningún amor resulta liberado de su dosis de tragedia y mi hermano una mañana, saliendo en su vehículo del estacionamiento -el no sabe que yo lo sé, pero igual no soy su autor predilecto y dudo que llegue a leerme- no se percató que Dulcinea estaba guarecida al calor restante del motor de su automóvil y esos días el gris tiñó mi rostro porque Dulcinea había sido mi opción más simple para no volver a enloquecer de amor, era mi pacto con el equilibro después de haber querido tanto a mi ex-esposa.
Tiempo después, Kim me escribió para preguntarme por Dulcinea y yo sentí un nudo en la garganta, porque me causaba mucha pena que mi opción simple en el amor terminó en tragedia, pero Kim también lloró cuando le conté lo sucedido y esta afinidad de emociones respecto a la gata le hizo más fácil que me perdonara el rechazo del que fue objeto y que no cualquier mujer perdona.
Yo me prometí no tener mascotas por un tiempo -supongo que es una promesa obvia cuando enfrentamos la pérdida de un felpudo viviente que hace la vida más llevadera; pero por sobre todo me juré a mí mismo que ante la aparición de una mujer total, como creo que es Kim, no seré este cobarde que por conservarse en paz se niega la dulce condena de vivir una auténtica experiencia de amor.
Prometo escribirles desde mi próximo barranco amoroso, feliz y lacerado.